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Mariana Mazzucato: "La pandemia mostró los beneficios de un aparato estatal fuerte y competente"

Escrito por Agência Nacional de Notícias - Argentina26 de Jun de 2020 às 09:53
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La economista elogiada por el Papa y consultora del gobierno italiano habló de las virtudes de un sistema público sólido.
 
 

La economista ítalo-estadounidense Mariana Mazzucato pidió "dejar a un lado las reservas ideológicas" sobre la participación del Estado en la economía, aseveró que la pandemia de coronavirus "mostró los beneficios de tener un aparato estatal fuerte y competente" y planteó que la difusión de la enfermedad puede ser una oportunidad para una forma "más inclusiva, más ecológica e inteligente" de capitalismo.

"Esta crisis es sin dudas una ventana de oportunidad para repensar nuestras ideas de creación de valor por parte del sector público. Antes de la crisis, vimos décadas de poca voluntad para evaluar y utilizar los beneficios de la acción del Estado", planteó la economista en una entrevista con Télam.

Mazzucato, sobre quien el papa Francisco sostuvo públicamente que "ayuda a pensar el futuro" tras la pandemia, aseveró que "la Covid-19 rompió este impasse y mostró los beneficios de tener un aparato estatal fuerte y competente, con una visión para la dirección de la sociedad y de la economía: más inclusiva, más sustentable y fomentando el bien común de todos los ciudadanos".

Antes de la crisis, vimos décadas de poca voluntad para evaluar y utilizar los beneficios de la acción del Estado.” MARIANA MAZZUCATO

Para la autora de El Estado emprendedor, entre otros libros, "esta es una oportunidad de dejar a un lado las reservas ideológicas y tener un acercamiento más matizado hacia la participación del Estado, y a cómo estructurar esta participación para asegurar que sea para los fines públicos y no para pequeños proyectos personales de los políticos o que sean demasiado fácil de ser tomados por intereses privados".

La economista, consultora del gobierno italiano desde inicios de 2020, advirtió además que con la crisis económica derivada de la pandemia "hay un riesgo de que aumente la concentración de mercado a medida que las empresas vayan entrando en quiebra".

"Los inversores que sobrevivan podrán comprar activos baratos y quedar con mayor poder de mercado cuando las condiciones económicas se normalicen", analizó la directora del Instituto para la Innovación y los Fines Públicos (IIPP, por sus siglas en inglés) del University College London (UCL).

"Este es especialmente el caso si los gobiernos no logran realizar rescates inteligentes con condicionalidades orientadas a la misión para mantener en funcionamiento a las empresas productivas, pero comprometidas a emprender la transformación del impacto ambiental y las prácticas financieras", detalló

"De hecho, los objetivos del acuerdo verde deberían usarse para 'diseñar' el tipo de ayuda que se brinda a las empresas, como vimos en Francia, donde el rescate a AirFrance estaba condicionado a que la aerolínea redujera sus emisiones de carbono (también se discute en Austria y Estados Unidos)", añadió Mazzucato, autora también de El valor de las cosas. Quién produce y quién gana en la economía global.

"Una oportunidad subestimada de la crisis es apoyar la formación de mejores estructuras de gobierno corporativo, realmente impulsadas por el valor del 'stakeholder', por ejemplo a través de cooperativas de trabajadores de corporaciones en quiebra", sostuvo, en referencia a la participación no solo de accionistas, sino también de trabajadores y clientes.

En ese marco, recordó la experiencia de la cooperativa Mondragón, en País Vasco, que "emplea a más de 70.000 personas y ha demostrado cómo la creación de valor, un bajo grado de desigualdad salarial y la innovación se pueden combinar incluso en grandes empresas cooperativas".

Télam: ¿Qué diferencias ve entre la crisis de 2008 y la que generará la pandemia?

Mariana Mazzucato: La principal diferencia es que esta crisis no fue generada por una financiación desenfrenada, instrumentos tóxicos y actividades fraudulentas. Los bancos centrales se han movido rápidamente para evitar shocks de liquidez, por lo que las principales preocupaciones económicas son la falta de demanda agregada, la necesidad de coordinar la política económica con la estrategia de salud pública y hacer que el poder adquisitivo esté disponible para los trabajadores que ya no tienen empleo. Una gran parte de la fuerza laboral mundial está trabajando en términos informales con redes de seguridad pública escasas y, por lo tanto, las restricciones dejan una gran vulnerabilidad económica. Este es un desafío muy exigente para las burocracias públicas que a menudo han sido capacitadas para pensar en términos de cambios marginales, en lugar de cambios complejos, intersectoriales y estructurales.

Además, es clave recordar que, después de la crisis de 2008, los gobiernos respondieron inundando el sistema económico con liquidez. Pero la mayor parte de eso terminó en el sector financiero. Esta vez, debemos asegurarnos de que los fondos públicos ayuden a invertir en la nueva infraestructura social crítica y en un nuevo acuerdo ecológico que nos hará a todos más resilientes.

T: ¿Puede la crisis ser una especie de partera de un nuevo nivel de organización social?

MM: Siempre habrá fuertes intereses creados en mantener el statu quo. Sin embargo, incluso antes de la Covid-19, hubo un cambio global discursivo del "capitalismo de los accionistas" hacia el "capitalismo de los interesados". Todavía teníamos que ver una acción concertada sobre el compromiso con un sentido de propósito más holístico de las corporaciones. La Covid-19 puede ser una ocasión para dar el salto completo hacia una forma más inclusiva, más ecológica e inteligente de hacer capitalismo. Sin embargo, existe un riesgo real de que la crisis se enmarque como una razón para restaurar y proteger el statu quo en lugar de una ocasión necesaria para perseguir las transformaciones que necesitamos.

 

"La situación de la deuda es insostenible para muchos países"


La economista ítalo-estadounidense Mariana Mazzucato, asesora del gobierno italiano y lectura recomendada públicamente por el papa Francisco para "pensar el futuro" tras la pandemia, sostuvo en una entrevista con Télam que la situación de la deuda externa se volvió "insostenible" para muchos países en vías de desarrollo que, además de la crisis del coronavirus, "sufrieron un triple shock económico" en los últimos meses.

"El papa Francisco lideró un llamado importante para la reducción significativa de la deuda de los países en desarrollo. Los países en vías de desarrollo sufrieron un triple shock económico además de la crisis de salud, en forma de la caída de la demanda de sus exportaciones, la salida de capitales y la caída del precio de los commodities", planteó Mazzucato.

"Estos hechos vuelven insostenible la situación de la deuda externa. El Fondo Monetario Internacional ha tomado medidas importantes para el alivio de la deuda, pero probablemente no será suficiente", agregó la economista, autora del bestseller El valor de las cosas.

La directora del Instituto para la Innovación y los Fines Públicos (IIPP, por sus siglas en inglés) del University College London (UCL), se refirió además a las propuestas sobre un Ingreso Básico Universal.

"La crisis actual ha resurgido las discusiones sobre el Ingreso Básico Universal, una política que proporcionaría a los ciudadanos una transferencia monetaria igual y permanente para ayudarlos a superar los tiempos difíciles", enmarcó la también profesora de Economía de Innovación y Valor Público.

"Si bien la idea detrás del Ingreso Básico Universal es buena, el riesgo es que se vea como una limosna, ya que perpetúa las falsas narrativas de que el sector privado es el único creador, no co-creador, de riqueza en la economía", planteó.

En ese marco, aseguró que "una alternativa es el dividendo ciudadano o el fondo de riqueza pública, un conjunto de riqueza de propiedad colectiva, con los beneficios compartidos entre la población".

"Al permitir de que los ciudadanos posean una parte igual de la riqueza que posee un fondo, lo que crea un dividendo, les da una participación directa en el valor que produce un país", detalló.

Así, agregó que "un Ingreso Básico Universal implica una remuneración justa para el trabajo, que debería ser el centro de nuestros modelos económicos".

"Tenemos enormes desafíos que requieren todas las manos trabajando, sin olvidar la transformación verde y elevando la categoría de los sistemas de salud públicos. Deberíamos esforzarnos para asegurar trabajo para todos y mejorar las condiciones de salario y empleo, más que subsidiar prácticas existentes", agregó.

"¡Deberíamos también recordar que un Estado de bienestar bien estructurado básicamente se trata de servicios básicos universales! Los débiles sistemas de salud de los que hemos sido testigos durante la Covid deberían revivir el interés en un Estado de bienestar moderno e innovativo", finalizó Mazzucato.

   

 

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